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Pavimentación del puente de Brooklyn

La mezcla, el personal y el equipo adecuados demuestran ser una fórmula para el éxito

Cuando se contrató a Asphalt Paving Systems Inc. (APS) con sede en Nueva Jersey como subcontratista para pavimentar el puente de Brooklyn durante el verano de 2017, el presidente de la compañía Ken Messina sabía que el proyecto presentaría algunos desafíos únicos. Era la tercera vez en la carrera de Messina que APS había recurrido a la micropavimentación como un proyecto de preservación del pavimento para este puente histórico. Entre horas de pavimentación limitadas (con cierres de carriles que comenzaban a las 10 p.m. y terminaban a las 5:00 a.m.), la atmósfera fresca y húmeda; una compleja mezcla tipo 3, y capas de micropavimentación dobles de 28 libras (13 kg) cada una, la posibilidad de que surgieran complicaciones era mucho mayor que con un trabajo de micropavimentación típico.

Construido en 1883, el tablero del puente de Brooklyn está hecho como una rejilla metálica, relleno de concreto y luego revestido con asfalto. Debido a restricciones de peso, el tablero requiere fresado y micropavimentación cada ocho años aproximadamente para mantener el estado de la superficie. Cuenta con un tráfico medio diario anual (Annual Average Daily Traffic, AADT) de aproximadamente 150,000 automóviles, por lo que logísticamente, la pavimentación debía hacerse durante la noche. “El tramo que cubrimos incluía tres carriles en cada dirección, y tiene unos 3,500 pies (1067 m) de costa a costa”, explica Messina. Como el puente fue pavimentado con una capa doble, esto se traduce en unas 8 millas (13 km) de pavimentación durante seis noches.

Antes de aplicar la superficie nueva, se retiró manualmente toda la micropavimentación antigua de los carriles, y luego se granalló para asegurarse de que se eliminara todo el asfalto antiguo para crear una superficie limpia a la que se adhiriera la nueva micropavimentación. Luego se realizaron todas las reparaciones que requería el tablero del puente. “En ese momento, el puente se tornó en prácticamente el objeto de todo nuestro interés y responsabilidad para el resto del proyecto”, dice Messina.

En la mezcla

Con el tráfico extremo que tiene este puente y el hecho de que es una superficie independiente, APS pavimentó con un diseño de mezcla tipo 3, en lugar del tipo 2. “El tipo 3 tiene un agregado más grueso, con algo de piedra más grande”, dice Messina. “No todos los agregados son adecuados para una micropavimentación con tipo 3, lo cual puede crear algunas complicaciones con los diseños de la mezcla”.

Los proyectos nocturnos plantean sus propios desafíos con la mezcla. “En comparación con un proyecto diurno, no se tienen los factores ambientales del sol y el calor que ayudan a curar la micropavimentación, de modo que es un proceso completamente químico”, dice. “Es el puente de Brooklyn, así que estás sobre el río. Tienes la humedad; tienes temperaturas bajas; tienes el puente moviéndose casi todo el tiempo que estás en él, porque el tráfico todavía puede tener un carril en cualquier dirección dependiendo de dónde estés trabajando…” Para ello, APS trabajó con el productor de emulsiones y emulsionantes a fin de garantizar una mezcla que fraguara rápidamente, pero que proporcionara la resistencia requerida.

Sin interrupciones

Cada noche del proyecto, comenzando a las 10 p.m., y antes de que empezara el trabajo de pavimentación, se necesitaban unas dos horas de trabajo de preparación a fin de cubrir las juntas de expansión y drenar las bocas de desagüe. “Ahí es donde entraron los sindicatos”, señala Messina. “Nosotros realizamos un trabajo especializado, y los sindicatos no necesariamente tienen personas capacitadas en nuestro campo. Además, este es un trabajo en el que utilizamos más personal de lo normal, y en esa época del año no tenemos gente desocupada; todos están trabajando. Sin embargo pudimos conseguir buenos trabajadores sindicalizados para ayudarnos. Les enseñamos cómo proteger todos los servicios públicos presentes, y eso incluye las bocas de desagüe, que estaban a solo 15 pies (5 m) de distancia, y las juntas de expansión que tienen que moverse en el medio; todo eso tiene que ser protegido”.

Además, debido a que APS obtenía su agregado especializado de una cantera en el centro de Nueva Jersey, las necesidades de transporte de materiales eran altas. “Pudimos contar con operadores que cargaban permanentemente los camiones para que fueran al proyecto. Definitivamente, contar con mano de obra confiable es clave para un buen proyecto, cualquier proyecto”, agrega.

Messina también reconoce el mérito del equipo de pavimentación que APS utilizó para contribuir al éxito sin problemas del proyecto. No se adquirió ningún equipo nuevo, ya que APS utilizó las clásicas pavimentadoras M210 de Bergkamp Inc. con las que el personal estaba familiarizado.

Según Messina, la M210 era ideal para el trabajo por una serie de razones, y su confiabilidad no era la menos importante. “Teníamos tiempo limitado para cerrar la carretera, terminar el trabajo de preparación, y luego pavimentar, pintar la franja y abrirla en el curso de una noche de trabajo”, dice. “El equipo Bergkamp siempre es confiable. A pesar de la confiabilidad, ocurren fallas. La clave del éxito de APS es nuestra relación con Bergkamp. Su servicio al cliente no tiene parangón, ya que los representantes están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. Esto es vital para nuestro negocio, ya que el noreste (EE. UU.) tiene una temporada de pavimentación relativamente corta, y los daños y perjuicios siempre son inminentes. Un día de inactividad puede ser un desastre en muchos de nuestros proyectos”.

La M210 montada en camión puede transportar 10.5 yd3 (8.0 m3) de agregado en una carga nivelada, 600 galones (2,271 litros) de emulsión de asfalto y 600 galones (2,271 litros) de agua. Cuenta con un tanque de aditivo de acero inoxidable de 65 galones (246 litros). La unidad es impulsada por un motor diésel Cummins incorporado de 99 caballos de fuerza situado en la parte delantera de la unidad, en un compartimiento cerrado para el motor que reduce el ruido para el conductor y el personal. Proporciona flexibilidad para administrar mejor las restricciones legales de peso de la carga al permitir hasta tres ejes portadores, incluido un eje detrás de la transmisión. Esta característica aumenta la distancia entre ejes y ayuda a la M210 a cumplir con la ley federal (EE. UU.) de puentes.

El agregado se entrega a la mezcladora de circulación forzada mediante un transportador de banda sobre cadena que elimina el deslizamiento. Las paredes empinadas de la tolva minimizan la formación de capas irregulares, mientras que el revestimiento de polietileno de la tolva reduce la fricción. Esto elimina la necesidad de un vibrador, lo cual disminuye los problemas con pernos flojos y daños a las soldaduras y los componentes. La emulsión de asfalto es entregada a la mezcladora de circulación forzada mediante una bomba de engranajes con camisa de calor de desplazamiento positivo. La bomba es impulsada por un árbol de transmisión que es común al transportador de agregados para establecer una relación uniforme entre la emulsión asfáltica y el agregado. La mezcladora de velocidad variable, doble eje y múltiples paletas tiene una transmisión hidráulica doble, que proporciona una mezcla y un recubrimiento uniformes del agregado.

“Con la M210, logramos un buen proceso en la mezcladora de circulación forzada, obtuvimos un revestimiento realmente bueno en nuestro agregado, combinado con un buen diseño de mezcla y una emulsión adecuada. En definitiva fue un gran producto. Y la M210 se adapta muy bien a la velocidad de la mezcladora de circulación forzada. Aplicó 28 libras (13 kg) en una sola capa, que es realmente pesada para una micropavimentación, especialmente cuando se trata de una mezcla tipo 3”, dice Messina.

Un cúmulo de emociones

El proyecto del puente de Brooklyn finalizó justo antes del fin de semana del 4 de julio de 2017, y la importancia de la fecha no pasó en vano para el personal de APS. Las fotos del proyecto, con el personal y el equipo, se exhiben con orgullo en la oficina central de APS en Hammonton, Nueva Jersey.

Messina lo dice de esta manera: “Estás en Nueva York. Estás mirando el puente de Brooklyn, conociendo algo de historia, y cuántas personas murieron para construir ese puente en 1883. Y luego tienes la bandera estadounidense en la parte superior del puente. Cuando miras hacia la izquierda, está la Estatua de la Libertad. Cuando estás en el puente, estás a media milla (805 m) de la zona de impacto del 2001. Entonces, cerca del 4 de julio, cuando estábamos allí, todos pensábamos en nuestro país y lo grandioso que es. Obtener una fotografía del puente de Brooklyn con esa bandera y nuestro equipo en ella fue realmente surrealista cuando lo piensas. … Fue un poco emotivo cuando estuve allí. Se me ponía la piel de gallina”.

 
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